El caso analizado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), analiza los actos de la empleada de una empresa establecida en Polonia que explotaba una estación de servicio, que, entre enero de 2010 y abril de 2014, emitió 1.679 facturas que no reflejaban ventas reales de bienes, por un valor total (expresado en eslotis polacos) de aproximadamente 320.000 euros.